Será la primera en la región en procesar quinua a escala comercial sin usar agua, lo que representa un salto clave para productores locales y la industria alimentaria.
El próximo viernes 9 de mayo se inaugurará en la Estación Experimental Agropecuaria San Juan del INTA, ubicada en Pocito, una planta modelo que permitirá procesar quinua de manera eficiente, sustentable y a escala comercial. Se trata de una instalación única en la región que no solo mejora la calidad del producto final, sino que abre nuevas oportunidades para productores y la industria alimentaria del país.
Uno de los principales avances de esta planta es que permite eliminar las saponinas del grano, una sustancia amarga y de difícil digestión, sin necesidad de usar agua. “Lo que antes requería lavar el grano entre siete y 10 veces, ahora se puede hacer mediante un proceso en seco que no contamina ni desperdicia recursos”, explicó Mónica Ruiz, directora del INTA San Juan, en diálogo con DIARIO HUARPE.
“La inauguración de esta planta no solo tiene implicancias para la provincia, sino también para la región y para todo el país, porque hay muy pocas plantas en la Argentina que realizan este proceso de desaponificado de quinua. Este avance permite que el grano sea apto para el consumo humano directo y facilita su industrialización”, agregó Ruiz.
La quinua desaponificada se puede transformar en harina, un insumo cada vez más requerido para elaborar productos como panificados, bebidas vegetales y otros derivados saludables. Esto convierte a la nueva planta en una herramienta clave para abastecer a la industria local y reducir la dependencia de importaciones provenientes de países como Perú y Bolivia.
“La planta además de desaponificar la quinua tiene otro sector para moler el grano y obtener harina. Esto le da escala industrial al producto. Hasta ahora había que llevar la quinua a Buenos Aires para su procesamiento, lo que encarecía mucho los costos”, sostuvo Ruiz.
Su funcionamiento
El sistema cuenta con tres áreas principales: una para el desaponificado en seco (con capacidad para procesar hasta 500 kilos por hora), otra para la molienda y una tercera para el envasado semiautomático en presentaciones de entre 20 kilos y hasta bolsones de 1.000 kilos. Además, todo el proceso es automatizado y la saponina extraída se recolecta en forma de polvo, lista para ser reutilizada por industrias agroalimentarias o farmacéuticas.
El desarrollo tecnológico de la planta estuvo a cargo del INTI, y representa una solución concreta a uno de los mayores desafíos en la cadena productiva de la quinua: cómo hacerla competitiva y rentable sin perder sus cualidades nutritivas. A su vez, permite dar salida a una variedad sanjuanina a distintas regiones del país.
“Hace varios años que venimos trabajando con este cultivo en un proceso de reintroducción. Es un grano que los pueblos indígenas cultivaban en zonas cordilleranas, pero que luego fue desapareciendo. Esto es volver a darle un lugar. Es un cultivo muy noble, rústico, de ciclo corto, y con muchas proteínas. Ideal para nuestros productores”, resaltó al finalizar la directora del INTA.
Fuente: www.diariohuarpe.com