Alejandro E. Salazar Peñaloza*
La vida de los actuales seres humanos es un largo devenir de especies que, desde el proceso de evolución y hominización, permitieron llegar hasta hoy. Es por eso que hablar de millones de años al pasado a veces, o casi siempre, se vuelve incomprensible, ya que no hablamos de historia, sino de procesos prehistóricos de seres que se acercan por su fisonomía más a los primates que a nosotros.
Es por esto que hoy hablaremos de Lucy, considerada la primera de su especie, y que por su ubicación en el árbol filogenético de las especies es tal vez nuestra prima lejana en la evolución.
Para recordar un poco, nuestra especie recibe en la evolución el nombre de Homo. Esta es una larga familia, entre los más conocidos podemos ubicar al: homo-Hábiles; homo- Erectus, homo Neanthertalenisis, homo- Sapiens y los últimos homo Sapiens-Sapiens, o sea nosotros. Pero la pregunta que nos puede ayudar es: ¿y antes?
El 24 de noviembre de 1974, un grupo de antropólogos dedicados a una excavación liderados por Donal Johanson, hicieron un descubrimiento que paralizó a toda la comunidad científica. El lugar del hallazgo fue en la zona de Afar en Etiopía (sur de África), y aquello que vio la luz fue parte de un esqueleto de una hembra.
Según las primeras observaciones, la antigüedad era aproximadamente de tres millones de años, pero sólo había un 40% del esqueleto. Aquel equipo colocaba un cassette de los Beatles mientras trabajaban y el tema más escuchado era “Lucy in the Sky with Diamons” y por decisión de todos, aquellos huesos fueron llamados Lucy.
Una vez que el esqueleto salió de su tumba natural, las investigaciones buscaron responder a los interrogantes que tenían: dónde se ubica este esqueleto, qué relación tenía con el hombre actual, acaso éste era el famoso eslabón perdido.
Hasta el día de hoy la mayoría de ellas han sido respondidas, Lucy es por su antigüedad una especie clave para comprender el proceso evolutivo. Su nombre científico es: Australophitecus Afarencis (traducido sería Mono del Sur de Afar).
Aún queda mucho por buscar, y más allá de todo, los arqueólogos y antropólogos siguen en un trabajo que debe continuar para resolver la pregunta: ¿de dónde venimos?
*Prof. Titular- Cátedra Antropología- FFHA-UNSJ
Imágenes sustraídas de www.infobae.com