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Es un lugar espectacular, bien sanjuanino, ubicado en el corazón cordillerano. Se llama Arroyo Turquesa, en clara alusión al tono de sus aguas, que adquieren ese tono por los minerales que contiene, en especial por el cobre. Está ubicado en Barreal, Calingasta. Y un diario de Mendoza elogió el prodigio de la naturaleza local.
El sitio Mdzol.com describió la maravilla sanjuanina como “montañas que parecen pintadas con acuarelas, playas que son de película y ríos que parecen de ciencia ficción”. Según escribieron, “el arroyo ha logrado convertirse en uno de los lugares más codiciados para visitar en San Juan y en un fenómeno de estudio por su sorprendente color turquesa. Aquellos que han visto imágenes del lugar lo primero que expresan es “esa foto está editada”, es que nadie puede creer que el agua del arroyo tenga esa tonalidad tan intensa”.
De acuerdo a lo que consigna la nota, “el color turquesa de estas aguas zigzagueantes tiene una explicación. Sus aguas adquieren ese tono por los minerales que contiene, en especial por el cobre, y al oxidarse toman esa tonalidad. Al depositarse los sedimentos en el fondo del arroyo, dan el sorprendente color a las piedras, que se cubren paulatinamente del azul del óxido de cobre”.
Lógicamente, una parte de los sanjuaninos conoce aquel lugar. Tiempo de San Juan ya había explicado cómo llegar. En 2017, Ricardo Brunner, propietario de La Eldita, una empresa de viajes, consignó que la aventura empieza en Barreal. Hay que atravesar el Río Los Patos y luego el Río Blanco, hasta llegar a la Laguna Blanca y un poco mas adelante al refugio ubicado en la zona. Allí los expedicionarios hacen la primera noche.
Al día siguiente, el campamento se hace en un paraje conocido como Guanaquitos. El tercer día finalmente, los visitantes conocen el arroyo turquesa, ubicado a 4.100 metros sobre el nivel del mar. El paisaje es de una belleza incalculable y los expedicionarios muchas veces se emocionan.