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Un laburante sanjuanino está desesperado. Asegura que alquiló un castillo inflable a un malviviente y no puede recuperarlo. El hecho ocurrió el viernes pasado en Rawson.
Según contó el damnificado, Armando Acosta, le arrendó a un hombre de apellido Marín el juego infantil por 800 pesos. El presunto ladrón se lo llevó en remis porque Acosta tenía el auto roto.
Al llegar la hora pactada para la devolución, simplemente no pareció por la casa de Acosta. Ante esto, el trabajador acudió a la casa de la madre de Marín, que figuraba como contacto. Una vez en la vivienda, la mujer le explicó que ya no vive allí porque habían tenido problemas por su conducta delictiva.
Acosta intentó denunciarlo, pero en la dependencia policial le dijeron que no existía un contrato formal de alquiler y no podían oficializar la denuncia. Por eso, tomó el camino de las redes sociales. Publicó en grupos de Facebook la foto del malviviente.
“Unos vecinos se contactaron conmigo para decirme que Marín está vendiendo mi castillito. Ya no sé que hacer, hace cinco años que me dedico a esto y alquilaba tres inflables”, dijo a otro medio local.