HOY GRITEMOS COMO EL CIEGO DE JERICÓ:
«HIJO DE DAVID, JESÚS, TEN COMPASIÓN DE MÍ»
«Durante el día, cuando no puedas hacer otra cosa, llama a Jesús, en el medio de tus ocupaciones, con gemido resignado de tu alma, y El vendrá, quedará siempre unido al alma por medio de Su gracia y Su santo amor.
Vuela con tu espíritu hacia el tabernáculo, cuando no puedas llegar con tu cuerpo, y desahoga allí tus deseos más ardientes, habla, reza, abraza al dialecto de las almas mejor aún que si lo pudieras recibir sacramentalmente.»
-PADRE PIO-
Jesús, nuestro Médico Divino, quédate hoy con todas las personas que necesitan sanar.
Concede Tu Paz a los que sufren física y emocionalmente.
Llena de Fuerza y SALUD a los que padecen enfermedades graves.
Fortalece a los que se están recuperando de una enfermedad.
Acompaña a los médicos, enfermeros y demás Personal Cuidadores que atienden a los que sufren; ilumínalos en sus decisiones y llénalos con Tu Compasión y Amor.
Señor, yo también necesito sanar. Quédate conmigo, ayúdame a madurar y servirte con Amor. Sáname de cualquier enfermedad que me impida servirte y, si no es tu voluntad, concédeme entonces la gracia de ofrecerte mis sufrimientos por quienes los necesitan.
Cura a este mundo tan necesitado de tu Paz y Poder.
AMÉN