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En las últimas horas comenzó a circular por las redes el pedido de oración para una pronta recuperación de dos sacerdotes sanjuaninos, muy queridos para la comunidad de la Parroquia Santísima Trinidad. Se trata del cura párroco Orlando Ruggieri, y el sacerdote Carlos Campillay. Ambos se enfermaron de coronavirus y están peleando esta enfermedad. Según lo que cuentan los feligreses, quien primero comenzó a tener síntomas habría sido el padre Carlos, y luego ocurrió lo mismo con su compañero de Iglesia, Orlando.
Este lunes por la mañana fuentes cercanas a la Iglesia confirmaron a Tiempo de San Juan que el sacerdote Ruggieri debió ser trasladado al Hospital Privado, “a modo preventivo, ya que su nivel de saturación ha sido muy bajo, está en el pico más complicado de la enfermedad”. Por su parte, el padre Campillay transcurre el COVID aislado en la casa parroquial.
Quién es el cura párroco Orlando Ruggieri
Hace aproximadamente cuatro años llegaba a la gran Iglesia de Trinidad, luego de haber estado en parroquias muy importantes como en Concepción, Capital, y Jáchal. “Es muy querido en la comunidad, un gran tipo, es el encargado de la Parroquia”, dijeron a Tiempo de San Juan.
Oriundo de Pocito, el padre Ruggieri está todos los días hasta la noche, de lunes a domingo. “Confiesa a los feligreses, oficia la misa, todo; si le llaman para que vea algún enfermo va y vuelve, la gente está acostumbrada a verlo acá en la Iglesia siempre”, dijeron desde el entorno más cercano.
“Es muy inquieto, colabora en muchas cosas. Busca maderas y va al Penal de Chimbas, busca pintura y ayuda a gente que necesita. Desde hace años realiza la Cena de Navidad con la gente más humilde, la gente le dona comida y los hace comer en la Parroquia”, explicó esta misma persona.
En la cuenta de Facebook de la parroquia pueden observarse videos con bendiciones diarias, a cargo del padre Ruggieri.
Su compañero, Carlos Campillay
Hace aproximadamente Campillay llegaba a la iglesia de Trinidad, luego de cumplir sus funciones como párroco en Ullum. Al igual que su compañero, celebra misas y confiesa a los feligreses.
“Son dos tipos de trinchera”, dijeron a este medio.