Este Sacerdote Argentino de 70 años, que fue a desempeñar su misión, se encontró con los pobres de Madagascar y allí se quedó, conmovido por la miseria en que vivía la gente. Ese lugar que era un basural lo convirtió en una ciudad: Akamasoa, en treinta años sacó a la gente de los basurales, construyó 4.000 viviendas, hospitales y se pudo educar a unos 13.000 jóvenes…

Para no aburrirlos los invito a buscar su historia en internet, que hoy está al alcance de todos, porque su obra es comparable a la de la Madre Teresa, y escucharlo (hay videos) renueva las esperanzas en un mundo que parece destinado al fracaso y a la destrucción, y al egoísmo por la ambición y el poder, y porque a veces decimos ¿dónde está Dios?

Y es un ejemplo, porque este hombre compañero de seminario del Papa Francisco, no hizo esta obra solo, porque motivó a la gente a trabajar con él para crear un futuro posible para sus hijos que se disputaban la comida en los basurales con los animales.

Cuando veo y escucho las noticias lo único que escucho es sobre la pandemia que nos aflige a nivel mundial. Un virus nos está destruyendo socialmente, económicamente (bueno, para eso no hace falta un virus…) Y lo que es más terrible, nos aleja de nuestros seres queridos. No sabemos qué va a pasar en los próximos meses, pero el futuro se ve cada vez mas peligroso. Como persona de Fe, me pregunto: ¿y Dios? Por qué permite esto…por qué ante el sufrimiento y el colapso social no hace nada?.

Y se me ocurren algunas respuestas:

Primera hipótesis: “Ayudate, y Dios te ayudará”. Los profesionales y el gobierno están cansados de decirle a la gente lo que debe hacer para no propagar el virus…hasta hemos visto médicos implorando que por favor nos cuidemos. Si el Padre Opeka no hubiera tenido la colaboración de la gente que vivía en la miseria, y de la gente que colabora desde afuera, no podría haber hecho nada por ellos. ¡NADA!…lo mismo puede que suceda con Dios, está ayudándonos, (recién vengo de vacunarme) pero nosotros no colaboramos.

Seguimos viviendo como si este bicho no pudiera entrar en las fiestas privadas y en los eventos sociales, y lógicamente el contacto se extiende por la inconciencia de muchos, la indiferencia de otros, y las consecuencias las sufren todos.

Segunda hipótesis: Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza NUNCA.
¿Por qué Dios permite esto?…¿Es voluntad de Él? Tal vez porque hemos violado las leyes de la naturaleza que Dios mismo ha creado construyendo un mundo egoísta, y como si fuéramos dioses, destruimos la creación, cosa que los ecólogos vienen denunciando hace mucho, y provocando un caos que ahora atenta contra nosotros…como si la naturaleza hubiera dicho ¡basta!, Y decide eliminar al depredador mas grande que tiene: nosotros, los seres humanos.

Tercera hipótesis: Dios lo permite para que los que sobrevivan se den cuenta y CAMBIEN su forma de vivir, y comiencen a escucharlo, vuelvan a Él, y dejen de pensar que son dueños de su propia vida y que se merecen ser felices COMO SEA, aunque esa felicidad le cueste la vida a un montón de inocentes. Tal vez Dios también está diciendo ¡BASTA!…

Es hora de que volvamos a Dios…Pero además sigamos sus indicaciones y mandamientos, y ordenemos nuestra sociedad según su voluntad y sabiduría, y tal vez así, podamos ver con claridad el camino para salir de este terrible mal…Ah, y por favor use barbijo, y úselo bien, no deje la nariz afuera, ni lo lleve en la mano. Usarlo bien, vacunarse, y seguir las indicaciones es amarnos a nosotros mismos y amar al prójimo.

J.R. Millán

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