Hace 80 años, un crimen pasional conmocionó a los vecinos del lugar y luego se convirtió en canción.
«El acero de dos dagas hizo chispas encender / ardieron dos corazones allá en El Quinto Cuartel / uno de los dos sobraba y le tocó morir a él / las aguas corrieron rojas allá en El Quinto Cuartel». Así dice parte de la letra de una de las tonadas sanjuaninas más famosas, llamada «La de El Quinto Cuartel», que narra la historia de un crimen pasional que sucedió en el lugar hace unos 80 años. La tragedia se mantiene intacta en el recuerdo de los habitantes de El Quinto Cuartel, una localidad pocitana que está al lado del cerro. Y se hizo mucho más famosa porque se transformó en una tonada a la que Buenaventura Luna le puso música.
«Dos hombres se pelearon por una mujer muy hermosa que vivía en la calle Costa Canal y 8. Uno mató al otro y su cuerpo terminó desangrado en un canal que servía para regar los cultivos», contó Jorge Luis Herrera. Esta tragedia se mantiene intacta en la tradición de los quintinos. Tanto como salir a la calle a vender los higos cuando el Sol de noviembre empieza a calentar.
Pero con los años, la historia tomó distintos matices. El narrador de turno le pone condimentos extra. Algunos pobladores dicen que los hombres que se enfrentaron pertenecían a familias que estaban emparentadas: los Márquez y los Quiroga. Otros dicen que la mujer era de apellido Correas, pero no hay certezas al respecto. Otra de las versiones populares cuenta que la letra de la tonada fue escrita por el hombre que sobrevivió a la pelea, mientras estaba en la cárcel. Pero el autor que figura en los papeles es Miguel Martos, un poeta sanjuanino.
«Lo que sé es que la primera vez que cantaron la tonada, lo hicieron en la misma esquina donde ocurrió la tragedia», contó Paulo Páez, otro lugareño. A pesar de estos puntos poco claros, la tonada se transformó en una especie de himno en El Quinto Cuartel. «La grabaron grandes cantantes y se escuchó en distintas partes del mundo. Debe ser porque la música es muy bonita», dijo Jorge Luis Herrera. Pero estos versos tienen tantos fans como detractores. Es que a las mujeres de la zona nunca les gustó la letra. Sobre todo la estrofa que dice: «Quiero a la criolla más linda de allá en El Quinto Cuartel. Lo malo que allí las criollas, malaya, no tienen hiel». «Parece que todas las quintinas fuéramos malas e infieles», dijo María de Quiroga.
El Quinto Cuartel está a unos 15 kilómetros de la ciudad Capital. Está plagado de barrios nuevos que se construyeron al lado de fincas y diferimientos. Hasta hace 30 años, allí sólo había grandes fincas, que estaban en manos de unas pocas familias. Su nombre se debe a que durante la colonia española se dividían las tierras que estaban destinadas a la vid, en cuarteles.
Fuente: Mónica Martín – Diario de Cuyo