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Faltan 15 días para el cierre definitivo de la sucursal en San Juan de la empresa chilena Falabella. El martes, un grupo de 70 empleados, algunos con cerca de 20 años de antigüedad, se despidieron de la tienda. Por acuerdo de retiro voluntario con los representantes de la firma internacional, ayer el 70% de los trabajadores apagaron las luces del enorme edificio de tres pisos por última vez. En medio de esta situación, los sanjuaninos se vuelcan como pocas veces al edificio ubicado en la Peatonal. En un lapso de 10 minutos ingresan unas 50 personas. Incluso familias enteras con entusiasmo por los descuentos de hasta el 50% que ofrece la empresa en retirada.
El 7 de febrero, Falabella comunicó oficialmente la decisión de retirarse del mercado argentino y poner a la venta todos sus activos. De manera que se deshace de las tiendas establecidas en Mendoza (la primera del país), Córdoba, Rosario y San Juan. Además, ya vendió la tarjeta de compras CMR, que cuenta con aproximadamente 300.000 clientes, al banco Superville. La noticia cayó como un balde de agua fría a los cientos de empleados de la firma trasandina. En San Juan, los trabajadores, en conjunto con el Sindicato de Empleados de Comercio, llegaron a arreglos del tipo de retiro voluntario, que se efectivizó el 15 de marzo. Entretanto, la filial local es dirigida por 20 empleados de más larga experiencia -“la vieja guardia”- a los que se incorporó de forma temporal un grupo de contratados temporales que están activos hasta el cierre final, el 31 de marzo.
De momento, el local está convulsionado por el ingreso de clientes. Ingresar implica esperar, al menos, cinco minutos, y adentro la gente está a la caza de ofertas. Falabella puso en venta absolutamente todo. Hay ropa de varias temporadas, pocos electrodomésticos y casi nada de perfumes. La merma de artículos es importante. En los tres pisos hay sectores vacíos con estantes y maniquíes arrumbados. El local dejó atrás el esplendor de otrora y se acerca al ocaso. El edificio pertenece a la cadena chilena y pretende recibir 10 millones de dólares por el espacio en pleno centro. Otra compañía del mismo país está interesada, Tiendas París, pero aún no hay nada concreto.
Para San Juan, la partida de Falabella es un golpe duro. “No es una buena noticia -el cierre- porque es una firma que está hace muchos años era parte de la oferta del microcentro y funciona como gran atractivo, activaba comercios menores”, dijo el jefe de Coordinación de Gabinete de la Municipalidad de Capital, Sergio Mordacci. Y comentó que se pusieron a disposición de la empresa para ver qué puede hacer el municipio. No obstante, no hubo más diálogo.