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Este miércoles, tras varios días en estado crítico, falleció el ex juez Benito Ortiz. Estuvo internado dos semana en una clínica privada en Capital y se organizaron varias cadenas de oración en su nombre. Pese a todo, el virus mezclado con el asma crónica que padecía, fue fatal. La muerte causó conmoción en la provincia y particularmente en Valle Fértil, departamento que lo vio nacer y que conduce su hermano, Omar Ortiz.
El jurista tuvo una destacada carrera dentro del ámbito judicial, fue secretario de la Sala III de la Cámara Penal y llegó a ser Juez del Primer Juzgado de Instrucción. Al frente de esa repartición intervino en causas resonantes que los sanjuaninos no olvidarán. Es el caso del pequeño Ariel Tapia. El 6 de diciembre del 2012 encontraron al niño muerto y en estado de putrefacción dentro de una heladera abandonada a pocos metros de su casa, en Villa Angelita, Santa Lucía. El caso nunca llegó a resolverse. No hubo pruebas suficientes que involucrasen a nadie particularmente. Sin embargo, con firmeza, el entonces juez aseguró: De ninguna manera me olvidé de Ariel Tapia, sigo investigando. Así hasta su jubilación a finales del 2020.
Otra causa relevante para la provincia y para la carrera de Benito Ortiz fue la de Camila Brusotti en 2013. La niña fue salvajemente golpeada por su padrastro, Pedro Oris y, luego, también se supo queel hombre la abusaba sexualmente. El magistrado estuvo al frente de la investigación y dictó penas para Oris y la madre de la niña, Alejandra Ríos, quien había encubierto el accionar de su pareja al decir que Camila había caído de un caballo en vez de denunciar los golpes. La pequeña protagonizó una recuperación inédita y muchos atribuyeron un milagro. Logró sobreponerse a un coágulo del tamaño de una naranja en su cerebro y de 43 golpes severos en distintas partes del cuerpo. Más tarde, la Corte de Justicia de San Juan hizo efectivas la pena. Ríos fue condenada a 6 años de prisión efectiva y Oris a 9 años. Posteriormente, hubo una nueva sentencia. La mujer totalizó en 10 años de cárcel y el hombre en 17.
Previo a la jubilación, Benito Ortiz recibió el caso estremecedor de la nena de 12 años abusada por su padrastro. La niña quedó embarazada y le practicaron el segundo aborto no punible de la provincia. El ex juez procesó al degenerado y resolvió otorgarle prisión preventiva por abuso sexual gravemente ultrajante. Mientras que desligó de culpa y cargo a la madre de la menor.