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Murió. El jueves de esta semana, dieciocho días antes de su cumpleaños 26, Alexis Costa sanjuanino, agente de la Policía Federal, estudiante de abogacía- murió. Apenas llegó a despedirse de su madre por una breve videollamada. Uno de los hermanos, que vivía con él en Buenos Aires, lo encontró en el baño, amoratado, ya sin aliento. Era el punto culmine de una sucesión de eventos desafortunados. El dolor azotó a una familia sanjuanina. Y no está cerca de cesar. El traslado del cuerpo del joven uniformado cuesta, según dijeron, 140.000 pesos. Una suma imposible de conseguir para trabajadores de clase media baja de Rawson.
Noelia Costa, hermana de Alexis, habló vía telefónica con Tiempo de San Juan. Desde el minuto uno no pudo contener las lágrimas. Recordó cuando el muchacho, con apenas 19 años, se enroló en la fuerza de seguridad y partió con incertidumbre a los centros de entrenamiento. Ni bien ingresó oficialmente, decidió que no era suficiente su formación y se inscribió en la carrera de Abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Incluso, ya asentado en la ciudad, recibió a otro hermano, que actualmente estudia periodismo. A él le tocó la dramática tarea de sostener a Alexis cuando daba sus últimas bocanadas de aire. Lo tuvo muerto en sus brazos, dijo Noelia.
Cuarenta minutos antes del desenlace fatal, Alexis mantuvo una videollamada con su mamá, Laura Tejada. El sanjuanino creía haber contraído coronavirus, pero no tuvo la atención necesaria de parte de la obra social de la fuerza. Entonces acudió a un hospital público de la zona para hisoparse. Dos veces dio negativo en la prueba PCR. Pero el dolor corporal no lo dejaba en paz. Estaba con fiebre alta y sin apetito, sumado a un alto dolor muscular, contó Noelia. Los médicos optaron por hacer una placa para investigar qué enfermedad aquejaba al joven. El resultado concluyente fue neumonía. La familia Costa especula que la atención fue deficiente, que no lo trataron con la medicación que correspondía. Y por eso falleció.
Al enterarse de la muerte de Alexis, el padre, Roberto Costa, se dirigió a la sede local de la Policía Federal. En un primer momento, tuvo noticias alentadoras. La fuerza se haría cargo del traslado de los restos. Mas no será así. La familia aseguró que la PFA no se hará responsable debido a que la causa de muerte es natural y no estaba en servicio. Al borde del pánico, con más valentía que respaldo económico, Roberto y Laura, junto a otros parientes, emprendieron al viaje a Buenos Aires en auto. Salieron de San Juan este viernes y ya están al llegar. Sin embargo, no tiene manera de pagar la repatriación del cuerpo. Y la cuenta bancaria de Alexis, con los pocos ahorros, está bloqueada.
El llano profuso bloqueó la voz de Noelia. Antes de cortar, con un hilo de voz, repite dos veces una triste ironía del destino, que esta altura le resulta casi una burla de baja calidad. Alexis nunca cambió su domicilio, siempre puso la dirección de la casa de mi mamá, él quería volver, quería que lo trasladaron a San Juan cuando cumpliera los cinco años de la fuerza, quería que lo trasladaran. Y ahora deberá ser trasladado, pero ya sin vida.