Gracias mi querido amigo Marcelo García, que desde el cielo me concediste el milagro que te pedí… No debíamos ocupar las camas que colocaron como prevención en tu estadio por la pandemia de coronavirus.

Tus amigos construyeron ese predio para otros fines, lo que tu amabas: el deporte, no para resguardar enfermos. Yo te pedí que cuidaras de todos nosotros, por eso a través de este medio te doy gracias a ti y a mi amado Señor por protegernos y cumplir el deseo que pedí.

Eternamente agradecida amigo del alma, te pido que sigas cuidándonos desde el cielo.

Todo Pocito te extraña.

Te saluda con el corazón, María Torres.

Gracias gracias gracias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí